25 mar 2013

Tu Ausencia

Camino sobre banquetas irregulares, destruidas por raíces de árboles que reclaman su tierra. No es muy tarde, sin embargo, la calle se encuentra ausente; no hay personas, no hay autos, tampoco perros buscando donde orinar o gatos buscando aparearse. La noche es fría. Las mangas del suéter resbalan por mis brazos, coloco mis manos en los bolsillos mientras el viento agita mis cabellos. Miro las hojas de los árboles desprenderse, volar y besar el suelo. Escucho el sonido del viento; como ruge, como golpea lo que encuentra a su paso y entonces oigo el ruido de la noche. Un motor bramando a lo lejos, una escoba que rasca con fuerza el piso, una madre que regaña, risas que salen de un televisor y el chillido nocturno de los grillos. Miro a un hombre cerrando su puerta, en la esquina un teléfono sin parlantes, hogares sumergidos en la penumbra. Entro a casa y enciendo la luz; no hay trastes sucios, tampoco tazas de café sin acabar, tampoco migajas de pan sobre la colcha, ni películas fuera de su lugar.

Encuentro tu ausencia.

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